A TRAVÉS DE LOS CRISTALES CAE LA LLUVIA
Permanece inmóvil, quieto como una estatua, mirando únicamente, a través de los cristales de la cocina, y escuchando el susurro de la lluvia, las gotitas finas y transparentes rozar el alféizar de su ventana y, los pájaros escondidos en el huecos apenas imperceptibles de los árboles. Un sonido, una canción, un suspiro, el hipo y el lloro de alguien, las lágrimas que no se contienen y se derraman del niño que ve enfrente de su ventana, la cara tierna y sensible de la infancia que acontece tras el cristal; fijo y con la mirada clavada en esa ventana, sigue los movimientos del pequeño al tiempo que el lloro parece resurgir en el tiempo y, recuerda su propia infancia, muy pasada ya, en la que era un chiquillo que saltaba y corría; recuerda fugaces imágenes, saltos en su memoria, en donde los intervalos son largos y cortos a la vez, alterna en el tiempo y en el espacio las historias y los momentos felices y amargos en los que, su historia se escribe.

Le pesa su pluma pero la desliza levemente y con cuidado sobre el papel, mira al frente y escribe, no para, no puede parar, ha empezado lentamente pero se ha emborrachado con las palabras y le ha cogido el gusto a no frenar y rellenar cuartillas una tras otra. Él como escritor delata su situación de soledad ante ese mundo que poco a poco, se fraguó en torno a su persona, se quedó solo y aislado en un momento dado y más tarde, en una época posterior, reconoció su encuentro personal con un mundo que le rodeaba y en el que sentía pasión por darse y recibir de los demás, un sentido a esa vida que le había tocado vivir, a un momento histórico y concreto de la vida que nunca podrá cambiar; amó y fue amado, y sus amores tiernos y apasionados le obligaron a una soledad callada y silenciosa, oculta tras los cristales de un lugar perdido, sin nombre y lejos de expresar a nadie, solitario amó y solitario quedó, oculto entre silenciosos y misteriosos interrogantes que, en su día y hoy, no puede dar nombres reales y por tanto, nadie sabrá y quedarán únicamente en falsos motes o narraciones suyas verdaderas en terceras personas, inventadas y convertidas en mitos y leyendas, en paraísos perdidos y ocultos en el baúl de los recuerdos.
Únicamente él sabe la verdad de las telarañas de su vida, tejidas con esmero para que nadie las sepa o las averigüe, tal vez, sus amores prohibidos en lo más profundo se su vida.

Almu, me ha gustado mucho este relato de tipo intimista, es muy fácil sentirse reflejado en alguno de sus párrafos, provocando en el lector una cierta sensación de nostalgia.
ResponderEliminarTe animo a que sigas escribiendo.
Tengo curiosidad por saber quién eres. Me ha gustado tu comentario mucho. Un beso
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