UN DÍA REALMENTE ENCANTADOR...



Me reí aquel domingo desde que me levanté; me pasó algo curioso, me desperté pensando que era lunes, me duché, me arreglé y me fui a trabajar. Las calles de la gran ciudad, del centro de Madrid más concretamente estaban completamente vacías, desiertas diría yo; apenas quedaban los rezagados de la noche, los que todavía no habían dormido y esperaban la última copa o tal vez, un chocolate caliente.

Llegué a mi trabajo y lo vi completamente cerrado a cal y canto, ni tan siquiera estaba el guarda de seguridad en la puerta mirando a ver si alguien llegaba como solía hacer. Miré el reloj, comprendí que no era lo que yo pensaba, un lunes sino un domingo, y me entró la risa pensando lo que me había pasado. Pero, lo tomé muy bien e intente disfrutar; cogí el coche y me fui al centro, más concretamente al centro de Madrid, a tomar un chocolate calient y unos churros a San Ginés. Aparqué por una de las calles adyacentes al Palacio Real, miré a mi alrededor, cerré bien el coche y fui andando hasta la chocolatería.

Mientras paseaba por las callejuelas y el sol resplandecía bajo los tejados de las casas bajas, pensé que la vida era un enigma y había que disfrutarlo, paladear cada momento del día sin pensar excesivamente en la angustia si es que tiene que llegar, del mañana.  Corrí por una cuesta con aires de libertad, me paré en seco de repente y no vi a nadie más, las calles se habían vaciado de repente o simplemente, todavía no se habían llenado. Y pensé: "Es verdad, todo depende de cómo se mire la vida, de si se ve la botella vacía, casi llena, semi llena o llena del todo; cada uno tiene una percepción diferente de la realidad, nadie la vemos igual ni la percibimos ni tan siquiera parecida.


¿La realidad es como la vemos o la construimos cada uno a nuestro capricho? Lo que vemos, lo que percibimos ajeno a nosotros mismos es la realidad, lo que nos rodea y hasta nos persigue...

A veces los seres humanos la modificamos, la distorsionamos, cometemos errores al ver cosas que no son, la interpretamos desde un punto de vista subjetivo, interior...sin tener en cuenta otros puntos de vista diferentes, mejores tal vez.

Aún así seguí la locura desenfrenada de aquel día realmente encantador, di pinceladas de pasión y libertad en cada paso que andaba.

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