LA ESPERANZA SE INSTAURÓ DE NUEVO EN SU VIDA

Le toqué, le acaricié, le mimé....y su piel se erizó. Pensó por un momento que él era importante, se sintió mejor, revivió....Después de hablar con él, de explicarle cómo había que disfrutar la vida y empapaparse de cada persona, de cada color, de cada sabor, de cada olor...encontró sentido a vivir con alegría "el hoy", el "aquí y ahora", a dar lo mejor de sí mismo, y a sentir el viento en la cara, a embeberse con los colores del arco iris...

Recuperó la esperanza y anheló el tiempo perdido; pensó que era mejor ponerse a trabajar, a recuperar y recobrar la ilusión que su "yo" más profundo había olvidado.

De esa forma su autoestima y orgullo personal crecieron y se afincaron en su grande corazón. Él tenía mucho que dar al mundo, mucho que enseñar y mucho que explicar, sus decisiones y sus ideas eran la clave fundamental para ayudar a mucha gente.

 Gracias a Dios vío la luz, la esperanza, la alegría...y empleó toda su fuerza y energía por conseguirlas.