HOMENAJE A ALBERTO ALZOLA OZAETA, SUS MICRORRELATOS

                                                    ¿2012, 2013, 2014?

Cada mañana al levantarme, lo primero que hago es buscarme la fecha de caducidad, pero nunca doy con ella, aunque sé que en algún sitio me espera, y lo paso fatal. No logro entender que si el más modesto de los alimentos la lleva, no ocurra lo mismo con nosotros, pobres mortales. Con las indudables ventajas que nos proporcionaría disfrutar de tan valiosa información. ¡Caducidad ya!

1º Premio del Concurso de Microrrelatos del Certamen Literario C.P.Ciudad de Zaragoza

                              LA VIDA ES ETERNA MIENTRAS DURA

Voy a ahorrarme un mar de lágrimas, tu batalla contra la parca te va a cubrir el pecho de triunfantes medallas y tu sonrisa y tu buena maña van a seguir siendo, durante mucho tiempo mi envidia y mi aspiración. Más de 30 años de amistad avalan mis palabras y la misma fuerza que a los 60 años te llevaba a meter goles en los interminables partidos que disputabas, te ayudará a driblar el muro del cáncer. Mientras el alfarero devuelve el barro con el que iba a hacer tu urna, yo voy reservando el campo para el próximo partido.

                                     LA COSECHA PERDIÓ SU TIMIDEZ

El dragón apagó su fuego y siguió volando, sombra negra contra la luz oscura, avatar interrumpido, cosecha corta, volátil ansia perdida, anuncio de caída. Buscan los soles su origen, recalcando ecos firmes. Desperezada tormenta escruta las razones. La lluvia evoca nubes cetrinas entonando la salve. Dispersa el viento la agonía del desaire. Las faldas del monte marcan la cota del antes, cuando el sol inclinaba la cabeza para avalarte. Guarda mi espalda en tu jubón.

                                            TIMIDEZ VIENE DE TIMO

Temprano me levanto, compitiendo con el que pone las calles y justo después de desperezarme me descubro repetido en el espejo del cuarto de baño. ¿Quién eres? , siento la tentación de preguntarme y me corto porque en tal hora apenas me sale la voz. Me niego a empezar el día reprendiéndome por ello. Ese tímido chorrillo que me mantiene atrapado en el metro, pues apenas se me escucha cuando solícito disparo: ¿Se baja usted en la próxima?

                                                  MARZOO

¿Las cosas son cómo son o cómo parecen?

Este finde, aprovechando el buen tiempo, acudimos  a pasar una festiva jornada en el zoológico. El “peteño”, sus abuelos y sus padres ocupamos nuestro sitio en la jaula correspondiente y durante horas desfilaron ante nosotros todos los animales. Nos miraban con gran curiosidad, cuchicheando jocosamente entre ellos y a pesar de la expresa prohibición, no pararon de echarnos toda clase de alimentos. Al caer la tarde dimos por concluida la visita y eufóricos volvimos a casa.