HOMENAJE A LA MEJOR PROFESORA DE MATEMÁTICAS: PILAR GARCÍA GARCÍA ONCINS


Qué recuerdos más maravillosos y qué añoranzas tan divinas tengo de mi niñez, en la que empecé a estudiar en un gran colegio, el María Virgen en la calle Padre Damián en Madrid.

Fotos, imágenes nítidas y diáfanas como si las viera ahora mismo que vienen una detrás de otra a mi memoria de aquellos años fantásticos y tranquilos en los que disfrutábamos con todo y de todo. Ya no volverán jamás aquellos días gloriosos, aquellos minutos y hasta horas incansables de exámenes en los que los sudores por aprobar o tal vez, sacar una buena nota en cada asignatura era un reto diario.

Desde los cuatro años cuando me dejaron por primera vez en aquel colegio, permanecí feliz y contenta hasta que terminé Bachiller; aquel lugar estaba atestado de buenos compañeros y excelentes profesores de los que indudablemente todavía guardo excelentes recuerdos pero debo reconocer que no todos me influyeron de la misma forma.
Anhelo aquellos tres largos años de Bachiller en los que tuve la suerte y el gran privilegio de encontrarme en aquellas aulas un auténtico genio. Una mujer delgada y pequeñita invadió mi mente matemática durante esos años en los que prácticamente dábamos clase con ella a diario. Se llamaba y se llama ya que actualmente y después de muchos años sigue dando clase en aquel centro, la profesora Pilar García García. Era una auténtica maravilla, un pitagorín y un genio. Jamás en mi vida nadie ha logrado excepto mi querido y amado padre - un beso papá a ti que estás en el cielo - explicarme paso a paso los límites, la trigonometría, las ecuaciones...infinidad de problemas.


 
Era una persona pulcra, metódica y muy ordenada; poseía una gran mente matemática y un gran talento a la hora de explicar a nosotros, unos adolescentes en pleno apogeo, insoportables a veces y pasotas en muchas ocasiones. Con su mirada, marcaba un silencio ensordecedor en clase y rápidamente daba paso a la teoría perfectamente organizada y explicada, paso a paso. A continuación, unos ejemplos y múltiples ejercicios ese mismo día, el siguiente y el siguiente....
Nos exigía mucho, nos daba "mucha caña" como dicen ahora, nos mandaba muchos deberes y mucha investigación; las pizarrras se llenaban en dos minutos, se sucedían una tras otra y, ella desde su ángulo superior en la clase percibía quién o quiénes nos perdíamos o simplemente estábamos en las "batuecas" pensando simplemente, en los chicos del colegio de al lado, Los Agustinos también en Padre Damián.

A ella después de más de 30 años le debemos una muestra de gratitud desmedida, algo que no tiene precio, por su desinterada labor docente tan grata y saludable, tan esperanzadora y fantástica que hizo por nosotras, en aquel entonces todo chicas, en el maravilloso mundo de los números y nos dio un gran pensamiento lógico y un razonamiento que en nuestra mente habrá dejado una huella imborrable aunque a veces, imperceptible.

Gracias a ti, Pilar García García, somos lo que somos y más de una alumna tuya habrá elegido una carrera de ciencias tan solo por cómo tú fuiste capaz, lenta y pausadamente año tras año, de explicar MATEMÁTICAS, ese gran terror a veces, en esos tres cursos de BACHILLER.
Al cabo de los años tengo que decir que, a veces he vuelto a ir al colegio únicamente por desayunar con ella y ver su gran dulzura y su enorme sonrisa.


Para ella, no han pasado los años.


Comentarios

  1. Anónimo14:42

    Era auténtica,una gran persona y una excelente e inmejorable profesora

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