El Señor del Tiempo (con música)

http://www.youtube.com/watch?v=xP_e8mSbQeY


Me enamoré del Tiempo, lo cogí de la mano y me lo llevé a mi casa. Me senté frente a él y le increpé misteriosamente:

- ¿Por qué no eres como el chicle, goma elástica que se alarga sin cesar y nos das de vez en cuando una tregua a los seres humanos?

El Tiempo me miró tranquila y pausadamente, se tumbó en el sofá del salón donde en ese mismo momento nos íbamos a confesar mutuamente y me contestó:

- Muy señora mía...Entiéndalo, no puede hacer lo imposible. Yo pertenezco a un Reino muy especial, comprometido con el más allá.

Las días días tienen 24 horas; las horas tienen 24 minutos; los minutos 24 segundos y así sucesivamente. Son medidas exactas todas las partes mi cuerpo. Estoy hecho a la perfección, me rijo por un sistema matemático muy exahustivo y no me falla nunca ninguno de mis engranajes. La maquinaría es perfecta, estoy hecho así; no puedo cometer errores ni fallos y menos con los Seres Humanos a dónde vengo desde el comienzo de la Vida. Me mandaron a trabajar al mundo, mi misión es vital para la humanidad y no me puedo desviar ni un milímetro de lo que vine a hacer a este Universo.

En otros Universos hay otros tiempos, otras galaxias, otros planetas y otros encargados de hacerlo realidad.

El sonido del tiempo lo marco yo; soy milenario y debo seguir viviendo todavía mucho más. No sé cuándo moriré si es que lo haré alguna vez o seré eterno y misterioso, caeré en el abismo del Universo o dejaré de existir. No sé nada más que mi misión es seguir manteniendo el ritmo vital de los humanos, alimentando al mundo sus días y sus noches y siendo un peregrino en busca de un tesoro que la humanidad olvida.

- Y, ¿cuál es ese tesoro?

- El tesoro de la Vida. Es ése misterioso que los hombres olvidan. Creen que el tiempo no es importante y sí lo es. Cada uno tiene su Tiempo en esta vida para todo pero el Tiempo es efímero y pasajero. Me paseo por las mentes humanas una sola vez cada momento, nada más; si la persona no me aprovecha, no me coge, no me disfruta y no se aprovecha de mí, me perderá y esa ocasión no volverá a suceder jamás en este universo.

Las nubes transcurren deprisa por el cielo; los corazones no se paran nunca y si lo hacen, el ser muere y se evapora; los ríos corren y fluyen libremente, no cesan ni se estancan.

La vida es un fluír continuo; el Tiempo es efímero y pasajero, jamás vuelve por mucho que los hombres quieran. Paso una sola vez por la mente de cada persona en un segundo concreto y ese segundo no se vuelve a repetir nunca más, ni en esa circunstancia ni con las mismas personas si es que le acompañan en ese instante ni llueven o salen de lo más interno del ser humano, las palabras, los deseos, los sentimientos....

- ¡Qué poético eres, Dios mío! Eres filosófico, metafísico, irracional o irreal, no lo sé muy bien.

Sí, mira, te contaré lo que solemos hacer los humanos en la Tierra.



Somos una especie de contradicción o un anhelo frustrado. Queremos lo que no tenemos. Cuando estamos de vacaciones, malgastamos el tiempo; cuando trabajamos, nos agobiamos y nos angustiamos, no nos deja dormir el escaso tiempo que tenemos y, cuando, lo pensamos de verdad, - rara vez por cierto - lo aprovechamos hasta el último segundo.

A veces, solemos decir - "No importa, ya lo haré", y a lo mejor, ese sueño, ese anhelo, ese deseo nunca llega a hacerse realidad porque no llega la oportunidad, el tiempo habrá volado, se habrá esfumado y eso jamás se habrá hecho realidad.

- Sé que es cierto lo que dices. Tú y yo nos entendemos muy bien.

Ahora si me permites, te daré un consejo sabio y de un gran erudito y viejo como soy yo.

Si puedes, aprovecha cada ocasión que se presente en esta vida al máximo;

Cada amanecer y cada atardecer míralos y empápate de sus colores como si fuera la última vez que los vas a ver;

Ríe, llora, ama, desea...en el momento, no lo pienses mucho porque igual no puedes volver a repetirlo con esas personas nunca más;

Mira el mar, sonríe a las olas, riéte de ellas, síguelas y amárralas;

Disfruta de los niños y la Naturaleza,
empápate de lo mejor de cada persona,
cada uno es un tesoro escondido y lleva
perlas en su interior;

En definitiva, no pierdas ocasión ni oportunidad para hacer en cada momento lo que debes hacer, al lado de quién estés;
no pidas más al tiempo,
aprovecha,
saborea y
paladea lo que tienes en cada instante
ya que,
el pasado pasó y nunca más volverá.



- Gracias por tus sabios consejos, me gusta hablar contigo, eres inteligente, viejo y muy sabio. Los seguiré hasta el final y ya te contaré si te encuentro otra vez cómo me han ayudado tus palabras.





El Señor del Tiempo se evaporó de escena y quedó en penumbra el escenario.



Comentarios

  1. Anónimo20:20

    Qué chulo Manena.
    Ana

    ResponderEliminar
  2. Anónimo1:05

    ¡Es así! no podemos dejar pasar ninguna oportunidad en esta vida.Si se nos presenta es por algo y si la dejamos pasar,seguramente,ya no volverá...Bss Mª Carmen

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Déjanos tu comentario, nos ayudará a mejorar. Gracias.

Entradas populares