ADICCIÓN AL AMOR

Se drogó, se emborrachó, le creó una verdadera adicción, una fuerte unión, un vínculo apasionado a la vida, se aferró a lo mejor de ella...Se vio sumergido en un mundo maravilloso de encantamiento, anheló el amor que le faltaba y del que había carecido durante muchos años...Su deseo de amar y ser amado era tan fuerte que se coló por cada poro de su piel, se impregnó cada célula de su cuerpo de ese halo misterioso que llega cuando uno se siente feliz y dichoso.

Adicto al amor, a la entrega y a la pasión desenfrenada de la vida recorrió caminos insospechados por los que antes sí había pasado; sin embargo, los vio y los percibió de diferente forma; el color y el sabor de las palabras eran el aliento necesario y suficiente para seguir viviendo..En cada hombre, en cada mujer, en cada ser del Universo, de nuestro planeta Tierra, se encaprichó y se metió de "lleno" para convertirse en un observador empedernido del amor, de la ilusión...de la fantasía y de la imaginación.

Aquel hombre a partir de aquel día fue completamente feliz, encontró el amor en cada ser con el que topaba, saboreó el día a día sin pedir más que vivir el momento al lado de los hombres que permanecían a su lado...No pidió más, la vida le empezó a sonreír...y la disfrutó, la ansió con fuerza  porque pensó y clamó al Cielo:

 "La vida merece mucho la pena VIVIRLA. Es maravillosa si amas, si quieres, si deseas, si anhelas, si eres, si sientes..."