LE SACABA BRILLO COMO A UNA VIEJA CUCHARA DE PLATA OLVIDADA AL FONDO DE UN CAJÓN


Villa Careggi, lugar de ensueño de los Medicis, de asueto y descanso;



Con gran dulzura  el pintor acariciaba el lienzo y manoseaba su textura, palpaba con cuidado los pinceles y mezclaba con armonía los óleos antes de impregnarlos en la tela.

Se pasaba horas enteras, días tal vez, delante de la Villa más bonita y con más historia del renacimiento italiano, la "Villa Careggi". Pidió un permiso especial a las autoridades para poder plasmar en sus telas durante dos o tres meses, las sensaciones que le traían a la mente aquellos lugarés éxoticos y llenos de magia para cualquier ser humano.

Aprovechó los meses de verano, julio y agosto, en los que anochecía más tarde y de esa forma plasmó las variaciones minúsculas de la luz, lenta y gradualmente hasta conseguir desde diversos ángulos de los alrededores e incluso de algún interior accesible a él, de aquel lugar de ensueño, leyenda e historia.

Sus ojos eran vivos reflejos de una época histórica,
auténticos conocedores de los momentos determinados y concretos de los Medicis; sus pinceles daban cierto matiz en las telas de armonía y esplendor, de aquella gloriosa etapa en sabiduría y conocimiento.

 

Entretenido y misterioso, oculto entre las sombras de los árboles, el pintor se entregaba con agrado al aroma de las buganvillas y flores silvestres que rodeaban la villa; se sumergía en su olor y paladeaba, al tiempo que pintaba la fachada, el recuerdo que su exquisito aroma le traía. Recuerdos tal vez de su infancia, de aquellos paseos a caballo en los días soleados de primavera por el Parque Nacional del Archipiélago Toscano en compañía de sus amigos..Añoraba y recordaba, tantos hechos, lugares, aromas...era un hombre enamorado de la vida, del amor y, a través de sus cuadros se expresaba y entraba en contacto con la naturaleza; el paisaje, los monumentos históricos y la Naturaleza en vivo eran sus debilidades para manifestar el ser tan especial y genuino que llevaba dentro.


Alguien desde dentro de la Villa tocaba el piano y desprendía la música más maravillosa para nuestro pintor, según la escuchaba, le incitaba a seguir pintando con alegría y optimismo...En realidad, era un reflejo más de su alma.

Comentarios

  1. Anónimo0:46

    Ya dije que el blog correspondia a una Amudena MASQUEGRANDES pero con este articulo de la cuchara te has salido. Ademas de donde habras sacado las espectaculares fotos de esta maravillosa villa porque parece que la pinta eres tu y no el pintor del relato.
    Mañana algo relacionado con las redes piratas de la playa

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