Perfil de la posmodernidad en la narrativa de Justo Sotelo

Quizás tal y como el escritor de la ficción Justo Sotelo narra en su novela "Las mentiras inexactas" el futuro de la novela se aune y se acerque cada día más a la oralidad tal y como, contaban los personajes de ella en la que, las historias se alternaban con la fiesta diaria en esa famosa librería de la Plaza de Santa Ana. En una entrevista que le hizo a Justo en el 2015, en Globatium el famoso Carlos Iván Ontiveros, nuestro amigo y escritor nos decía esto "el lector busca su imagen reflejada en las páginas de un libro o del poema mientras que el autor persiga a su autor implícito que interprete esa imagen creada". Y quien sabe si la imagen creada de la realidad sea la transmitida a través de la oralidad donde las palabras que lleve el viento vuelen a través de las generaciones y lleguen al corazón humano. Esa transmisión a través de la música y la escena se transforme en un mito y cautive a las gentes.




Así podemos leer en la novela “Las mentiras inexactas” de Justo Sotelo, “Sausurre considerará dentro de la semántica lingüística que el lenguaje poético es autoreferencial” (p. 143) es decir, Sausurre asignaba un “papel semiótico activo al lenguaje” (Dolezel, 1999: 18) en el que el papel del significante/significado era el eje interno potencial de la forma lingüística. Tanto en Frege como en Sausurre faltaba la referencia, el primero en la poesía y el segundo en el lenguaje. La mímesis apareció con Sócrates, Platón y Aristóteles donde asignaban una entidad ficcional a un prototipo de la realidad y por tanto, la mímesis dominaba el pensamiento crítico occidental y aportaba una función referencial de la ficcionalidad. La realidad era el reflejo del discurso en cualquier texto ficcional. Y como último término el eje de “signo-mundo” se abandona por una idea de “signo-usuario” dentro de la pragmática o teorías formales.

En el mito de Pigmalión, éste se enamora de una estatua creada por él mismo y debido a fuerzas divinas, la estatua toma forma humana y consiguen así estar juntos. En My fair Lady, el profesor Higgins se interesa y desea convertir a la florista en una  dama en un corto período de tiempo y quién sabe si a través la imaginación simbólica que reviste este mito de Ovidio como principio configurador del pensamiento individual y colectivo se solapan y se convierten también las imágenes de My fair Lady en ficcionalidad por autoreferencia tal y como opinaba el propio Sausurre a través de donde la dicción, la lengua y el lenguaje; de ese modo el mito se revivirá en un efecto de contrarios, es decir como él decía “
pese a las diferencias culturales existentes en las diversas fracciones de humanidad la mente humana es en todas partes una y la misma cosa, con las mismas capacidades” (1995), en donde se establece una relación por ambivalencia historia y mito
.


El mito de la posmodernidad se ve en la escritura de Sotelo en sus cuentos y novelas por el rumbo que se deriva de su textualidad en la cual, lo importante no es lo que se dice sino cómo se dice, es decir, las interpretaciones que se hacen. Así en “Las mentiras inexactas”, los personajes a través de sus conversaciones y diálogos interactúan con la literatura y más concretamente con la oralidad que de ella se hace al tiempo que reflexionan sobre la novela y la escritura como medio de salvación ya sea a través de El Aleph de Borges (p. 187) o el recuerdo de La Comedia de Dante como un viaje de salvación a ese paraíso mítico en compañía de Beatriz (p.189). Al final de esta novela se recalca la trascendencia de las novelas “que se refugian en el mito, sus historias no tienen finales cerrados y hablan de la nueva realidad que se mezcla con la ficción” (p.229). En realidad Sotelo crea su propio mundo mítico al igual que Onetti o Faulkner y a través del hilo conductor de cada novela va creando “el trasunto, la fantasmagoría de la tesis doctoral”.


Encontramos en este punto un interrogante respecto al concepto de literatura que se plasma en todas las novelas y cuentos de Justo Sotelo. ¿Hacia dónde va y cuál es el impacto de la novela posmoderna? Queramos o no a través del concepto que se trasluce en las novelas metaliterarias del autor Justo Sotelo, vemos el acoso continuo de los avances tecnológicos en la era de la posmodernidad desvía los derroteros hacia la narrativa digital planteándose de ese modo, unas alternativas con efectos estéticos, culturales y sociales así como los usos de tipo social en la propia narración en sí.



Sotelo se ancla en la fragmentación y concisión del lenguaje en las que percibe las nuevas dinámicas del lector; lo importante es producir y escribir en la era digital, crear nuevos itinerarios y recorridos en la lectura, novedosos formatos de lectura como el blog literario y la web... La lectura para él es ya es una tarea individual, solitaria e interactiva sin tiempos ni espacios, un viaje a través de los conocimientos donde la realidad y la verdad se solapan. Se siente inmerso en los avances de la tecnología donde el ordenador sustituye al papel tanto para escribir como para leer, el método y la costumbre para la lectura se han modificado así como las coordenadas espacio-temporales donde realizar esta actividad. Leer está al alcance de una gran mayoría de seres humanos en donde los avances tecnológicos superan vertiginosamente las expectativas que los científicos tenían en su mente. Teorías y métodos, costumbres y caracteres, tanto de lectura como de escritura se transforman continuamente en la época de la posmodernidad.



En la posmodernidad el tema de la identidad es muy importante y ciertos términos como suplantación y problema de identidad aluden a la problemática del doble y se relaciona con la construcción, cimentación y elucidación del yo tal y como nos explica Carmen Rodríguez Martín en su artículo "En el espejo: identidad y alteridad en Borges".






La identidad y la teoría del doble en el siglo XXI surgen como instrumento de búsqueda del Otro y de si mismo donde se inciden en temas como el concepto de espejo, la coincidencia de opuestos, el panteísmo, el tema del tiempo. Los tres temas candentes de la novela: el espacio, el tiempo y el Otro, la alteridad, la otredad.



El gran Borges nos conducía a navegar por el asombro de los enigmas y las incertidumbres de un yo que somos y no somos al mismo tiempo. Así Octavio Paz nos recordaba en su obra "El arco y la lira": "La poesía no dice : yo soy tú; dice : mi yo eres tú " La imagen poética es la otredad".





Y nos preguntamos ¿Cómo están representados los conceptos en la mente de un escritor como Justo Sotelo anclado y sumergido en la era de la posmodernidad?  La existencia de una red envuelve su mente de tipo rizomático donde su
pensamiento emerge de un vínculo entre categorización y lenguaje.

Comentarios

  1. Ante la talla de un escritor como Justo Sotelo y la de tu nivel intelectual de cultura literaria y capacidad analítica y expositiva, este humilde lector sólo puede adoptar su papel de respetuoso aprendiz y celebrar el día en que tuve la fortuna de encontraros en mi camino... Fantástico tu análisis sobre la posmodernidad en la obra de Justo, aunque no estoy seguro de que sea tan significativa la influencia de los medios de comunicación/interacción entre autor y lector que han aportado las nuevas tecnologías... Lo meditaré con más calma. Besos y felicitaciones, Almudena.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un besazo grande Francisco...Eres de mis lectores favoritos....

      Eliminar

Publicar un comentario

Déjanos tu comentario, nos ayudará a mejorar. Gracias.

Entradas populares